30/5/10

Cosas que NO me gustan

Es probable que hoy tenga un día malo. Como terapia al desánimo, la vagancia y la negatividad, ahí va una lista de cosas varias que no me gustan un pelo.

-Los políticos de este país. Impresentables, ridículos, ladrones, corruptos, egocéntricos. Su principal ocupación es lanzarse insultos como piezas de lego en una pelea entre niños enrabietados. Su frase más repetida, me da igual en qué bando o en qué lado del hemiciclo, es “Y tú más”. Algunos provocan en mí un cambio de canal instantáneo: metamos en este saco a Rajoy con su ojo pestañeante en los momentos de nervios y su grito de guerra que nada tiene que envidiar a Mel Gibson en Braveheart: “Paco, te queremos”; o a Leire Pajín, ese cura de pueblo que da sermones soporíferos metido en un cuerpo de mujer (podría hacerse mirar lo de su asesor de imagen, por cierto). Otros me incitan al asesinato: Rita Barberá y su papada, o Esperanza Aguirre y su pico de oro, esa mujer experta en hacerse la sueca y en hacerse fotos, esa líderesa de los calcetines y las sandalias. Ay señor, ya se me ha revuelto el estómago. Y perdón, dije políticos y en realidad quería decir politicuchos. Basta una palabra, contundente y concluyente. GEN TU ZA. Ea.

- El mal olor. Es precisamente ahora, día 30 de mayo (ya podemos despojarnos del sayo, esa prenda tan moderna) el momento perfecto para hablar del sudor, tufo u olor a humanidad. En esta hermosa época del año en que el calor empieza a apretar, muchos individuos ignoran cuán necesario es, para la convivencia pacífica y la alegría cotidiana, ducharse una vez al día. “Pero si es olor corporal, qué exagerada”, responderán algunos. Pues tu olor corporal apesta, querido. Y no, atizarse desodorante encima de la mugre no es la solución. Madrid limpio. Pero no solo las calles, amigo mío, sus habitantes también deben serlo.

- La maldita crisis. Ese monstruo, ese pulpo que todo lo engulle, ese abominable ser que nos traerá la ruina (el dramatismo es la esencia de la vida). Esta crisis ha cometido una gran insensatez, motivo por el cual mi odio se agudiza: atacar justo en el momento en que la que escribe y otros contemporáneos nos vamos a tirar a la piscina del mundo de buscarse el pan o las habichuelas. Ojalá no nos choquemos de bruces contra la piedra –sería doloroso- y haya un pequeño charco que en el que flotar….Dicen por ahí que ante la adversidad el ser humano se vuelve más creativo e imaginativo. ¡Genial! Lo que nos faltaba, que el pequeño charco se llene de periodistas….

-Las nuevas generaciones de adolescentes. Si creíais que Física y Química era la viva imagen del fracaso de la educación, de una juventud perdida e ignorante, os equivocabais. Como siempre, la realidad supera con creces a la ficción. No sé si es que mi oído se ha vuelto más exigente con la edad, pero juraría que los adolescentes de hoy conspiran para dejarnos sordos a todos. Gritan mucho, en la calle y en los bares, en las bibliotecas y los autobuses, ebrios o sobrios, en verano o en invierno. Y lo que es peor, ¡no dicen absolutamente nada interesante! Es más, en ocasiones, (intuyo que cuando están afónicos), utilizan sus potentes móviles como sustitutivos de su delicada voz y nos martirizan (esto es así) con canciones que no merecen ni ese nombre. Es el colmo, vamos. Por no hablar de los nombres que gastan, claro. Desde aquí pido a todas las futuras madres del mundo que recuperen los preciosos nombres clásicos.

Aunque esta sesión de desahogo ha sido muy útil (espero que para vosotros al menos haya sido entretenido), creo que estoy llegando al límite de palabras permitidas por entrada. Antes, no obstante, quiero dejar una lista de otras pequeñas cosas que no me agradan. Para que se vayan con buen cuerpo.


- Los cafés con leche que te venden como “templados” cuando en realidad es lava de algún volcán islandés.

- La mayoría de la ropa femenina. Las mujeres de tetas enormes, cintura de avispa y culo escaso no existen. Amancio Ortega, por favor, haga algo. Seguro que sus empleadas en China comparten esta y otras quejas.

- Las botellas de leche en el frigorífico que, bajo una apariencia de medio vaso o vaso y medio, sólo contienen cuatro gotas de leche. En este caso, admito que mi desidia y yo somos parte del problema, pero de mis defectos hablamos otro dia.
- La gente que se cuela; los que insultan a la mínima; los amigos que te hacen una perdida para que les llames; los amigos perezosos que te dicen lo mucho que te adoran y nunca jamás dan señales de vida; los madrugones, las resacas, los plantones.

- Los pantalones blancos, la fruta excesivamente madura, las tormentas de arena en la playa, las invasiones de polillas; muchos bichos pequeños, las chicas que llevan botas y minifalda, los peluqueros que se creen que están podando árboles en vez de estar cortando delicadamente las puntas, los conductores asesinos que se saltan los semáforos, los perros con mala hostia, las personas detrás de un mostrador que no colaboran, ni ayudan, ni sonríen.
- La mayoría de los anuncios de la radio; los tertulianos rancios; los test de actualidad; la pregunta “¿qué es el periodismo para ti?”; la manipulación que inunda todo; esa tipeja hortera que (también) grita demasiado, dice que baila y que mataría por su hija, se droga y se opera la nariz y por contarlo cobra más de lo que cualquier periodista honrado va a cobrar en toda su vida; que el espacio dedicado al deporte en la televisión ocupe lo mismo o más que lo que se dedica a la cultura; que para ser presentadora haya que ser mona y para ser presentador no; de las diferencias ofensivas entre el sueldo del periodista estrella y el periodista trabajador; y sobre todo que la mayoría de los grandes grupos de comunicación de este país sobrevivan gracias a cientos, miles, de becarios que aunque están hasta las narices no lo dicen porque temen no tener ni siquiera eso.

Supongo que mañana será otro día.
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(Fotos de flickr cc)

1 comentario:

Unknown dijo...

mmm al ser esto mi primer comentario, no sé si saldrá o no donde pretendo pero he de decir: QUE TAMBIÉN ODIO A LA GENTUZA QUE TENEMOS POR CLASE POLÍTICA, A LOS ADOLESCENTES SEMILLAS DEL FUTURO, ESOS CAFES PREPARADOS PARA DESINTEGRAR TU ESTOMAGO Y TODA LA demás RETAILA. Añadiría el virus maligno que contamina a todo aquel que coge el metro y muy especialmente el cercanias.
pero al final Mary te salió lo que realmente te ofuscaba :) habrá suerte verás.