16/5/10

No se trata sólo de Garzón.

Vivimos en un lugar extraño. El único país europeo con miles de cadáveres enterrados bajo tierra sin que se lleven a cabo políticas públicas para solucionarlo. Un país en el que basta un puñado de titulares y un par de declaraciones para que se enciendan los ánimos. Un país en el que hablar del franquismo es ir directo al saco de los “fachas” o el de los “rojos” y se abre la Caja de Pandora del resentimiento y el odio; un odio que con el paso de los años se ha vuelto rancio y peligroso, más irracional que nunca.

Aunque quiero con locura el lugar en el que vivo, muchas veces me avergüenzo. Vergüenza es lo que siento con el juicio a Garzón por presunta prevaricación por querer investigar los crímenes del franquismo. Porque hay demasiadas cosas que huelen a podrido en todo esto.

Existen dos análisis, irremediablemente unidos: el jurídico y el político. No me parece bien que los defensores de Garzón se escuden en la larga lista de los éxitos de un juez que, aunque valiente, también ha cometido muchos fallos. Tampoco entiendo que los que atacan a Garzón se valgan únicamente del argumento legal que, aunque cierto, es insuficiente. Porque aquí no entran sólo cuestiones legales e incluso cuando se habla de la ley, tampoco hay verdades absolutas.


Quizá convenga refrescar la memoria y rescatar algunos hechos. El juez del Tribunal Supremo, Luciano Varela, decidió admitir a trámite una querella presentada conjuntamente por el sindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange Española de las Jons (ésta fue expulsada del caso). Aunque esta no es la única acusación contra el juez Garzón (falta por resolver qué pasará con el Banco Santander y con las escuchas ilegales del caso Gürtel), sí es la más importante, la más mediática, la que nos saca los colores en otros paises, la que deja ver los fallos de unas instituciones sólo aparentemente sólidas.

El viernes pasado unos cientos de personas protestaron frente a la Audiencia Nacional porque el Consejo General del Poder Judicial había decidido la la suspensión del juez Garzón. Quizá no fue lo correcto pero, a veces, los sentimientos pueden más. Digo quizá porque esa suspensión obedece en todo a la ley; es una medida cautelar que se aplica a cualquier juez que esté siendo enjuiciado. Pero aunque la decisión sea legal, resulta cuanto menos curioso que se adoptase en reunión extraordinaria (qué rapida es la Justicia a veces) justo el día después de que Baltasar Garzón solicitara su traslado a la Corte Penal Internacional. Y es que un juez que no está en activo en principio no puede solicitar su traslado.

Esto no es lo único que chirría. Luciano Varela denegó las pruebas solicitadas por la defensa de Garzón y, teniendo pendiente la resolución del recurso presentado contra esa decisión, ordenó la apertura del juicio oral. En cambio, el escrito de acusación de Manos Limpias ha sido corregido no una sino hasta tres veces (la última fuera de plazo) y, lo que es más sorprendente, en la corrección de ese escrito ha intervenido, directamente, el mismo juez que instruye la causa: Luciano Varela. Esta actuación, de dudosa legalidad hizo que Garzón solicitara la recusación de este juez, pero también ésta ha sido rechazada. Mientras tanto, por cierto, el Tribunal Supremo sigue sin responder la solicitud planteada por varias Asociaciones de Memoria Histórica para presentarse en el caso.

Mencionarán los detractores de Garzón la Ley de Amnistía de 1977. Pero yo me pregunto, ¿acaso no se puede poner en duda no ya la legalidad de esa ley sino que incluso puedan existir otras vías para juzgar a quienes cometieron delitos durante el franquismo? En cuanto a lo primero, no está de más recordar que en 2008 el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recomendó al Estado español la derogación de la Ley antes mencionada. Además, también podríamos acordarnos de Argentina (que manía tenemos aquí de mirarnos al ombligo), cuya Ley de Punto Final fue anulada hace algunos años. Y en cuanto a lo segundo ¿qué pasa con el Derecho Internacional y la imprescriptibilidad de algunos delitos, entre ellos el genocidio o los crímenes de lesa humanidad? Según dice hoy en EL PAIS el juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, no se le puede dar a la Ley de Amnistía el valor de “ley de que blindaría e impediría cualquier investigación sobre los crímenes del pasado”. Aunque muchos de los culpables de los crímenes no puedan ser condenados, si podrían ser, al menos, juzgados. Pero es que además, investigar el franquismo es también investigar las desapariciones de niños, asunto sobre el que todo el mundo calla.

En todo caso cabe por lo menos esperar en un país democrático el valor simbólico de una sentencia, la voz de un Estado que reconoce los trágicos errores del pasado y permite en lo posible reparar a quienes siguen sufriendo las consecuencias de los delitos y las desapariciones. No está de más recordar que desde que el juez Baltasar Garzón se inhibiera a favor de los juzgados territoriales en el tema de las de las fosas comunes, este país se divide entre las autonomías que sí ayudan a las familias en las exhumaciones y las que ponen obstáculos para ello. Una muestra más de la extrañeza nacional. ¿Es ingenuo pretender que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo con el aparato institucional para permitir que las familias entierren a sus muertos donde quieran?

Si hay algo incomprensible en todo esto es que al final España no sea capaz de juzgar su propia dictadura. Buena parte de la sociedad española considera que todavía hay mucho que hacer para curar las heridas abiertas en 1936, sangrantes durante el franquismo. No sé que opinareis vosotros. Pero a mí me parece sorprendente seguir discutiendo sobre lo que pasó hace más de 30 años. No es egoismo, es perplejidad al descubrir que el resentimiento en este país está condenado a reaparecer como una enfermedad que no tiene cura. Salvo que, informándonos, discutiendo y hablando, avancemos.

7 comentarios:

Contadora de historias dijo...

Ya te he leído, María. Al igual que en tu caso hay cosas que creo que son ciertas pero otras no las comparto y en varias, la información que tengo es distinta. Por ejemplo, la recusación del juez Varela fue porque Garzón dijo que existía enemistad manifiesta entre ellos, al igual que con otros miembros del Tribunal. Varela se retiró y esperó al fallo correspondiente, como debe ser.
La modificación de la sentencia se basaba en la existencia de párrafos "ofensivos o inapropiados" y concedió 24 horas para que se eliminaran, cosa que se hizo.
Tienes razón con que el decreto de la amnistía debería ser derogado, pero dudo que pueda hacerse dentro de la legalidad. Tampoco creo que lo haga ningún gobierno porque eso implicaría juzgar a republicanos, fachas y terroristas que no fueron penados o cuyas penas se perdonaron.
Lo de enterrar a los muertos, todos deberían poder saber dónde se encuentran sus familiares, pero también hay que respetar el derecho de los que quieren dejar el tema zanjado. Eso no se está haciendo con Federico García Lorca, cuya familia no quiere que sigan buscando, pero el Gobierno dice que es patrimonio nacional. No sé si piensan exponerlo en un museo o qué.
Y para terminar...hablar de genocidio me parece un poco duro, porque creo que más bien fueron crímenes de guerra porque se intentaron exterminar todos. No es comparable con el genocidio judío.

María Se Ríe dijo...

Carmenzuela:

Cuando dices "modificacion de sentencia" supongo que te refieres a la modificación del escrito de acusación...no? Bueno en todo caso, mirate esto:http://www.elpais.com/articulo/espana/Varela/orienta/Falange/corregir/acusacion/elpepunac/20100422elpepinac_1/Tes (últimos parrafos) y esto http://www.escolar.net/MT/archives/2010/04/y-a-la-tercera-va-manos-limpias.html

En cuanto a lo del genocidio, sí, puede que sea exagerado, pero era más un ejemplo de un delito que no prescribe..cosa que también ocurre con los crímenes de guerra.

En todo caso, me alegra que discutamos todo esto

Contadora de historias dijo...

Efectivamente, me he equivocado con lo de sentencia, me refería al escrito de acusación. Un lapsus. Yo no recuerdo dónde leí lo del cambio, pero también lo vi y oí en varios sitios. Pero vamos, que como todo en esta vida, según la ideología te contarán una cosa u otra. A mí también me parece bien que lo hablemos, pero no te voy a escribir otra entrada en mi blog, que conste, jeje

Danié dijo...

Hola chicas, yo no entro en los asuntos de derecho que salgo escaldado xD

Solo querría aclarar que sí fue una guerra de exterminio. Todo cargo electo durante la república fue purgado. Se ejecutó a mucha gente solo por ser el alcalde del pueblo.. o el maestro. Y desde luego la sociedad de postguerra fue muy dura con la gente que estuvo en el bando de los perdedores. Recuerda que Franco solo quería la rendición sin condiciones.

Desde luego genocidio puede ser una palabra muy fuerte para emplear, pero se ajusta a la descripción de la rae.

Por otro lado, buen trabajo con el blog, buena ensalada de enlaces.

María Crespo dijo...

Dani, me alegra tu intervención y aclaración :) Siempre ayuda que alguien de Historia intervenga.
Y gracias por el halago (seguro que eres el único que se ha fijado en los enlaces! jaja)

Pablo dijo...

¿El TS no puede admitir a trámite una querella presentada por un sindicato o un partido político legal? Quizá nos debería sacar los colores el hecho de que no pudieran hacerlo, o de que no existieran sindicatos no afines al gobierno de turno... Es lo que tiene de malo la democracia, que todos pueden opinar...

Yo también espero una sentencia simbólica del Estado en la que se reconozca que la Guerra Civil Española se inició con la Revolución de Asturias de 1934. Una insurrección de los amigos del PSOE y la UGT contra el gobierno republicano de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas). Sí, la república española también fue de derechas.

Se ejecutó a mucha gente sólo por ser el cura del pueblo... sólo por ser monja.

Danié dijo...

Hablas del pseudo sindicato que dice que cuenta con 6000 afiliados pero ninguna representación. ¿de donde saca el dinero?,¿sabes cuantas llevan?,¿cuanto cuesta poner una demanda -pregunta a las de derecho-? ¿Sabias que denunciaron a los lunnis?

Ya que vamos hacia atrás en el tiempo.. ¿podrías explicar por qué la guerra civil no empezó con Sanjurjo?

Ahora comparemos una orden, un juicio sumario o la desaparición nocturna a la actuación de exaltados, típica del principio de un conflicto civil en ambos bandos. Lo que no puedes negar es que en un bando se actuó mal y de forma lenta, pero se actuó para evitar eso. En el otro se dispuso de la maquinaria del estado para perseguir y ejecutar a los disidentes del nuevo orden.

Otra historia es el espíritu de este pais. Me costó unos cuantos cabreos y un par de años de carrera para comprender que un profe que tuve en una academia tenía razón: En este pais no existe la voluntad democrática. No se acepta el resultado, no se acepta la derrota. Así será siempre.

Por otro lado el revisionismo no es una corriente historiográfica, y por lo tanto no reconozco lo que sostiene y menos cuando su único objetivo es el de vender más libros a partir de un titular llamativo destinado a nostálgicos de tiempos peores.

Creo.. creo.. (y espero no encontrarlo nunca) que no encontrarás de esos libros en la biblioteca de la uni. Por algún motivo será.

Y para concluir; lo último que interesa de este caso es lo que ocurrió hace 70 años. Hay 50 preguntas que solo el tiempo nos contestará mucho más interesantes.

Un saludo