12/9/13

Las regiones ariscas

Me opongo a una división en dos Españas diferentes, una compuesta por dos o tres regiones ariscas; otra integrada por el resto, más dócil al poder central. Esto lo escribió un señor muy sabio llamado Ortega y Gasset. Yo también rechazo esta pelea eterna entre nacionalismos que, aunque tenga mucha chicha, está cubierta por una retahíla de caspa, tópicos e insultos que la convierten en una cosa pesadísima. Pero, claro, luego una se levanta de buena mañana y ve las fotos de la multitudinaria cadena humana y las portadas incendiarias, escucha a Oriol Junqueras en la SER, y se dice: aquí está pasando algo gordo, muchacha.

No entiendo cuál es el peligro real que supone celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Dice el artículo 92 de la Constitución que las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. Creo que es saludable, para la democracia de cualquier país, poner en marcha la oxidada maquinaria política para que el pueblo manifieste libremente su opinión. Habrá que modificar la norma suprema, ¿y por qué no? Se hizo no hace mucho por obra y gracia de la diosa Europa. Ahora mismo, ni siquiera existe una negociación ni una voluntad para encontrar una forma legal de celebrar esa consulta.

En teoría, la ley es una norma dictada por la autoridad que responde a una voluntad soberana. Sí esa voluntad cambia, la ley también debería hacerlo. No voy a jugar a adivinar qué sucedería si esa consulta se produjera, pero creo que los medios y el poder están muy ocupados en atemorizar a los ciudadanos con los problemas económicos a los que se tendría que enfrentar el país/países en caso de que saliera el sí sin siquiera contemplar la posibilidad de que se celebre el referéndum. Es como si una pareja, antes de irse a la cama, se pusiera a discutir sobre los problemas de salud, la elección de colegio y la paga del hijo que ni siquiera han gestado. Gracias por seguir leyendo después de esta metáfora.

Por otro lado, tenemos muy cerquita geográficamente - en Escocia- un ejemplo de que, cuando los políticos defienden el entendimiento en vez del y tu más y sino no respiro, se pueden encontrar vías legales para que los ciudadanos ejerzan su derecho a votar.

¿Lost in translation? / EFE
La otra conclusión a la que llego es que los partidos mayoritarios viven completamente al margen de las preocupaciones de la gente y se hacen los suecos o se fuman un puro ante un movimiento cada vez más grande -silencioso o gritón- que pide la independencia o, al menos, un replanteamiento de la forma del Estado. Cualquiera que haya estado en Cataluña y cualquiera que esté un poco informado sabe esto (por ejemplo, según una encuesta, ERC ganaría las  elecciones en Cataluña si se celebraran hoy) . Ya dijo Ortega y Gasset que la desventura de España es la escasez de hombres dotados de talento. Menudo listillo.

Esta lista de obviedades es sólo mi opinión. Si no les gusta, tengo otras. Ahí va una recopilación de lo más interesante y sorprendente que he leído sobre el tema:

"Es ilusorio creer que se puede eludir el test de los procesos seguidos en Canadá (Quebec) y en Reino Unido (Escocia), especialmente con la cercanía geográfica y temporal del proceso escocés. (...) La cuestión del referéndum no queda liquidada con la afirmación de su ilegalidad constitucional. No creo que esta cuestión se haya debatido suficientemente. En cualquier caso, más allá de ella, tenemos pendiente el debate sobre la idoneidad de su regulación constitucional y estatutaria. (...) No parece que negarse a entrar en ese debate sea un terreno político muy firme; ni la opción política más conveniente para afrontar, con solidez, la confrontación que plantea el nacionalismo, dentro y fuera de Cataluña (...)  Cerrada la vía del referéndum, el nacionalismo abrirá otros caminos para mostrar el respaldo popular a sus demandas. Caminos que le exigirán tratar de incrementar la tensión política, radicalizando el movimiento, devorando a muchos de quienes se han creído capaces de conducirlo y transformando el mapa político catalán. Una situación más difícil de gestionar para Cataluña y para España" Alberto López Basaguren, catedrático de Derecho Constitucional, en  El País.

"Esa es la manipulación intolerable del gobierno catalán: que habla con la voz de una parte de la población como si fuera el todo"  Victoria Prego en El Mundo

"Hay que rehacer, quizá inventar un sentimiento comunitario inclusivo y respetuoso de las diversas  conciencias nacionales que, nos guste o no,  coexisten en España". Lorenzo Silva en El Mundo.
"Cataluña, los nuevos ideológocos declaraban, debe recuperar lo que ha perdido. Eso la devolvería a los días de triunfo del pasado. Pero, ¿qué había perdido Cataluña? Era una cuestión fundamental, que ha afectado y seguirá afectando a los movimientos nacionalistas en todas partes. ¿Fue la unión de Gales con Inglaterra una historia de pérdida y de opresión? ¿Sería Quebec más rico y poderoso hoy si no hubiera estado unida al Canadá británico? " Henry Kamen, historiador, en El Mundo.

"La cadena humana que enlazaba la ribera del Ebro con la frontera pirenaica fue un gran acto de exaltación de un nacionalismo fanático que, en perjuicio de los ciudadanos de esa comunidad, recurre a los métodos del totalitarismo para avanzar hacia una independencia que se sustenta en un permanente victimismo y en la presentación de España como una nación opresora". Editorial de El Mundo. Sin comentarios.

"Hay quien se siente muy orgulloso de haber nacido donde nació. Se trata, supongo, de un orgullo por delegación, porque el nasciturus suele carecer de capacidad de decisión y nace donde le nacen. (...)Sospecho que, si me dieran la oportunidad, votaría por España. Porque siento que la caspa inagotable de ese país es un poco mía, porque siento que su desgracia es también la mía, porque no me fío de los míos más que de los otros, porque no es elegante abandonar un barco que zozobra (y menos en una lancha de fortuna)(...). Evidentemente, preferiría que ganara la independencia. Sería la forma más cómoda de vivir de una puta vez y para siempre en el extranjero". Enric González en Jot Down

"¿Qué está haciendo España para recuperar a Cataluña? ¿Le basta con enfadarse? Cada fuerza política tiene su receta pero no están poniendo en común nada. ¿No se dan cuenta de que estamos llamados inexorablemente a una relectura del Estado y a una reforma de la Constitución, en el caso de que haya tiempo?" Iñaki Gabilondo en El País.

"¿Todos independentistas? La mayoría, sí; todos, no. Aunque algunos lo viven como un credo religioso –hace veinte años estaban en franca minoría y ahora se ven en el centro de un gran debate político de dimensión internacional–, el independentismo catalán es un estado de ánimo difuso, que admite muchos matices e intensidades. Es una convicción, pero también es una temperatura. Se le puede dar muchas vueltas y se pueden escribir páginas y páginas sobre la cuestión, pero creo que la Diada del 2013 se puede resumir de la siguiente manera: el independentismo es hoy la expresión más directa y dinámica del cúmulo de malestares que se concentran en Cataluña como consecuencia de la crisis económica y de la desgraciada revisión del Estatut". Enric Juliana en La Vanguardia.

8 comentarios:

Christian dijo...

Me interesa tu opinión sobre el editorial de El Mundo que has reflejado y a lo que has añadido un "sin comentarios". ¿Significa que estás muy de acuerdo o que estás totalmente en desacuerdo? ¿Es el "sin comentarios" una manera de posicionarse en el color gris de este debate (en el que no existe el color gris, realmente)?

Christian dijo...

"Los medios y el poder están muy ocupados en atemorizar a los ciudadanos con los problemas económicos a los que se tendría que enfrentar el país/países en caso de que saliera el sí".

Pasa lo mismo con los medios nacionalistas (TV3, por desgracia, entre ellos). También llevan años diciéndole a los ciudadanos de Cataluña cuán especiales son, cuán poderosos son y cuánto merecen convertirse en un poderoso país "libre" (lo entrecomillo porque serían libres en su propia cárcel).

Es el dato que más me preocupa: que se presta MUY POCA atención a la manipulación bestial que se produce en los medios de comunicación catalanes. Convierten a Telemadrid en la BBC española. TV3 no sabe emitir ni un episodio de 'Bola de dragón' sin meter el independentismo de alguna manera.

Respondiendo a Henry Kamen, Quebec se está pudriendo por culpa del nacionalismo mientras sus empresas se han trasladado a Toronto por culpa de este mismo tema.

Y ciñéndonos al referéndum, es un error ignorarlo o tratar de evitarlo, pero ¿cuántos van a querer celebrar? ¿Van a estar los partidos nacionalistas celebrando referéndums hasta que consigan el resultado que quieren o se conformarán sólo con celebrar uno, a cara o cruz?

SUJETO dijo...

Muy bueno el artículo. Soy catalana y soy parte de ese tanto por ciento tan elevado de catalanes que nunca hemos sido independentistas y ahora sí. Y por qué? Podrías preguntar. Por otra parte, la mayor parte de gente del resto de comunidades que nunca han tolerado el nacionalismo catalán (a pesar de que Terra Lliure ya no mate, a diferencia de ETA), ahora siente cierta empatía por lo que conlleva crecer y vivir con otra lengua y costumbres. Y porqué? Me pregunto yo. Bienvenidos a la verdadera Transición. Ahora por fin, la gente entiende que estado y nación no tienen que ser sinónimos siempre. Ahora por fin, la gente entiende que el bipartidismo no sirve para definir la heterogeneidad humana. Por fin, los hijos del falangismo recurrente de turno se han quedado sin palabras. Y por fin se puede llegar a entender (al menos eso espero) que yo, federalista republicana, hija de falangistas catalanes y emigrantes socialistas de Castilla la Mancha, diga Visca Catalunya y no me hinchen a patadas.

SUJETO dijo...

Por cierto, aunque Esperanza Aguirre me despertó cierta simpatía con lo de catalanizar España, no ha inventado nada. Fue Miguel de Unamuno en 'La crisis actual del patriotismo español' de 1905. Ha llovido mucho desde entonces, pero España sigue siendo sólo de los españoles que hablan sólo español. Y para mí el catalán es otra lengua española como el bable, el gallego o el euskera, aunque a muchos esto les duela.

moonriver dijo...

Muy grande Enric González. Por fin alguien que dice algo con sentido común.

Para mí el problema de los catalanes es que no saben lo que quieren. ¿Independencia? Bien, vale, pero, ¿son conscientes de todo lo que ello implica? ¡Ah, no! Que no quieren ser totalmente independientes, sino que lo que desean es gestionar sus ingresos y que el Estado español, ése que les oprime y explota y del que dicen no sentirse parte, sufrague todos sus gastos.

Lo siento, pero es un planteamiento tan pueril como el de un chaval de 18 años que dice haberse independizado al ir a estudiar a la universidad, eso sí, con todos los gastos pagados por sus progenitores.

Que me perdonen todos, pero eso no es independencia, sino morro.

SUJETO dijo...

Dejad de repetir que los catalanes no saben lo que quieren y preguntados vosotros, qué os gustaría ver en Catalunya. Una nación vinculada y comprometida dentro de un estado español fuerte y multinacional y multilingüista sin complejos o una vecina cabreada para que os dé motivos para insultarla como es ahora? Está claro que lo segundo es lo que ha preferido y fomentado el PP. Insultar a los catalanes siempre les ha sumado votos, como cada vez que ETA ha cometido un acto terrorista. Me pregunto a quién le gusta más esta lucha interminable. A Artur Mas o a Mariano Rajoy? A esto ya no hay por dónde agarrarlo.

moonriver dijo...

Que yo sepa, España ya es un estado multilingüista y yo no he insultado a los catalanes, pero bueno.

SUJETO dijo...

No, en España la lengua oficial es el castellano, y punto. Y las demás lenguas son cooficiales junto con el castellano (esta siempre tiene que estar por delante) en algunas Comunidades autónomas. Las llamadas Comunidades históricas (eufemismo de nación, una palabra que da picores). En Suiza, el alemán, el francés y el italiano són lenguas cooficiales en todo el estado, aunque no se hablen en todo el territorio. Esto quiere decir que a nivel oficial, tú te puedes expresar con la lengua que prefieras. Y en el colegio puedes aprender cualquiera de las tres. Pero esto aquí en España es inimaginable. La gente pensaría que eso sería como degollar la gran y queridísima señora patria. Y es una pena, que yo aquí en mi casa, no tenga derecho a aprender gallego en la escuela pública, si me da la gana.