5/3/11

Si

Si me cuentan que las tropas de Gadafi están bombardeando varias ciudades de Libia, lo creeré, porque he oído el ruido de las explosiones y he visto cuerpos sin vida en la pantalla. Si me dicen que el abastecimiento mundial del petróleo depende de lo que suceda en ese mismo país, veré con buenos ojos que venga Estados Unidos a salvarnos. Si la televisión me bombardea con un tal Galiano, sus vestidos sedosos y sus extravagantes maneras, hablaré de él. Si los Premios Goya van a parar a Pa Negre, iré a verla. Si  las revistas critican las tetas embutidas de Penélope Cruz en un vestido rojo, yo haré lo propio con su culo. Si en la publicidad sólo existe la belleza, juzgaré a la gente por su cara o su talla. Si hay que hacer regalos, querré dinero para hacerlo rápido. Si me falta tiempo, avanzaré deprisa, aunque me pierda. Si me pierdo, quiero que me salven. Si me ofrecen ayuda, rechazaré la oferta.

Si sólo aparecen dos partidos políticos en los medios, asumiré que no hay otras opciones y defenderé que la política es inútil. Si los titulares de los periódicos son resúmenes de trapos sucios de tipos con corbata, acabaré por creer que todos los que se dedican a la política son gente sin escrúpulos. Si me cuentan que ayer hubo una masacre en Costa de Marfil pondré el grito en el cielo sin pensar cuánto tiempo llevaba sucediendo hasta que un periodista decidió contarlo porque ése día sobraba una página del periódico o 2 minutos y medio para meter un vídeo.

Si critican las banderas, yo también, aunque tenga una grabada en mi identidad. Si atacan la religión, también  huiré de ella, aunque no pueda entender la cultura ni la Historia sin ella. Si todo el mundo viaja ocho horas hasta Nueva York, querré ir, aunque no conozca las ciudades a menos de 100 kilómetros de aquí. Si me dicen que la justicia es lenta, no confiaré en ella. Si me hablan del futuro, haré planes sin pensar en el presente.

Si me hablan de amor, me dará miedo. Si me hablan de placer, pediré amor. Si no conozco el dolor, me creeré imbatible. Si me prohíben algo, reclamaré la libertad de poder hacerlo. Si tengo libertad, preferiré disfrutarla viendo pasar el tiempo.

Si alguna de estas frases te despierta, estamos salvados. Si no es así, sigue buscando en Internet.

4 comentarios:

moonriver dijo...

A veces me pregunto por qué la gente prefiere creer mentiras precocinadas por los medios de comunicación y aceptar los prejuicios sociales y morales de la burguesía occidental antes que buscar sus propias verdades y códigos de conducta. Luego descubro que la respuesta es fácil y sencilla: pensar cansa y buscar agota y ser diferente te aísla del resto del mundo. Diluirse en la masa es fácil y sencillo y, sobre todo, no produce dolor. Y, sin embargo, aún hay gente dispuesta a despertar y echar a caminar detrás de un ideal. Aún hay cosas por las que merece la pena luchar.

Javi dijo...

Entonces María, ¿hay bombardeos contra la población civil o se busca una intervención justificada?

María Se Ríe dijo...

Ana, yo no lo habría dicho mejor :)
Y Javi, no lo sé, pero yo sólo pretendía provocar la pregunta. De todas formas, tú naciste preguntando ya :)

Yeamon Kemp dijo...

El mundo es una ducha de información.
Hay que saber regular la temperatura, y el caudal. A veces el agua sale turbia o ni siquiera es agua.
Claro, si tienes una mierda de alcachofa, lo pones todo perdido, y si te duchas demasiado frecuentemente, se te debilita la piel, y el pelo te queda hecho un cristo.

La libertad es una bañera llena de leche, a lo Cleopatra.