12/6/12

El primer diente roto

Aquella niña se parecía tanto a tí que
has querido avisarla
guarda el primer diente roto y el último calcetín perdido
has querido abrazarla los próximos diez años
mira bien los gestos de tu padre y grábalos en tus brazos de arena,
tan finos que se escapan.

Aquella niña hacía música con un caleidoscopio
porque mirar no era bastante
y se escondía en cabañas de paraguas
porque la lluvia era el verano.
Aquella niña
ya no es

Pero, a veces,
la risa atragantada, la inocencia en los vagones,
la piel ganada por cosquillas
lo imposible atado en lazos rojos
la niña vuelve a ser.



1 comentario:

moonriver dijo...

La niña siempre estará ahí, aparentemente enterrada, pero arañando poco a poco la tierra que la sepulta. Déjala que salga y que respire. Sólo ella sabrá darte oxígeno.